La Catedral de Badajoz ha acogido este Martes Santo la misa crismal, presidida por el arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, y concelebrada por el arzobispo emérito de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, junto a 130 sacerdotes, ya que en esta eucaristía se renuevan las promesas que hicieron el día de su ordenación sacerdotal, a la par que también se consagra el Santo Crisma y se bendicen los demás óleos que se utilizan durante todo el año en las parroquias.

En su homilía, José Rodríguez Carballo ha trasladado a los sacerdotes que todos los días reza por ellos, particularmente por los que atraviesan momentos delicados, tanto físicos como espirituales. "No os olvidéis de rezar también por mí", dijo a continuación.

Asimismo, el arzobispo ha pedido indulgencia con los fallos de los sacerdotes. "Los sacerdotes no somos héroes, somos hombres que llevamos un tesoro en vasijas de barro", ha señalado, para pedir los fieles que recen por los mismos y por las vocaciones sacerdotales, según indica el Arzobispado de Mérida-Badajoz en nota de prensa.

Antes del inicio de la eucaristía, se ha procedido a la inauguración y bendición de la nueva iluminación del templo catedralicio, la cual cuenta con 455 puntos de encendido y 114 metros lineales, casi 100 puntos más de los que había hasta ahora y generará un ahorro de casi 15.000 kWh.

Según José Manuel Torres, gerente de Itelse, la empresa encargada de la instalación eléctrica, "lo que se ha intentado hacer es una doble iluminación, una artística para las visitas y otra para las distintas celebraciones litúrgicas".

Por su parte, el deán de la Catedral, Pedro Fernández Amo, ha destacado que desde el año 2000 no se había vuelto a tocar el alumbrado de la Catedral. "Uno de los problemas que tiene el templo es la poca iluminación", ha señalado.