El presidente de la Diputación de Badajoz asiste a la celebración del Día de la Luz en Arroyo
El presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, ha asistido hoy a la celebración del Día de la Luz, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional desde 1997, y que tiene lugar cada Lunes de Pascua en Arroyo de la Luz en honor a su patrona.
Gallardo ha sido invitado por el alcalde arroyano, Carlos Caro, y ha acudido junto con otras autoridades regionales, como la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, María Félix Tena, el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, o la consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deporte, Victoria Bazaga, el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero, el Subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Antonio García, así como alcaldes y alcaldesas de la zona o diputados y diputadas autonómicos.
El presidente de la Diputación de Badajoz ha asistido a la procesión y a la misa en honor de la Virgen de la Luz en su ermita.
Y a partir del mediodía ha podido contemplar las carreras, en las que los caballos bajan a todo correr por la Corredera, donde todos los arroyanos y visitantes pueden admirar la pericia de los jinetes y sus maravillosos caballos.
Leyenda
La leyenda cuenta que un atardecer de la primavera de 1229, en plena Reconquista, siendo rey de los cristianos Alfonso IX de León, en las inmediaciones del llamado Pozo de las Matanzas, en la Dehesa de la Luz, los cristianos y los musulmanes luchaban en feroz combate. La batalla se prolongaba hasta caer la noche y fue entonces cuando una luz, la de la Virgen, apareció sobre una encina, cegando a los musulmanes e iluminando a los cristianos, que consiguieron así ganar la batalla y agradecidos le levantaron una ermita en la Dehesa.
Sobre el Día de la Luz hay en el Archivo Parroquial un documento de 1557 en que se cuenta como se celebraba. Estando en Italia el Obispo de Coria, Don Diego Enrique de Almansa, gran amigo de San Pedro de Alcántara, asistiendo a las sesiones del Concilio de Trento, hace en su nombre la Visita Pastoral en Arroyo D. Pedro Salcedo, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Coria. Era la Semana Santa de aquel año y asiste a la Fiesta El Día de la Luz, lo que se recoge en el acta que levantó el Secretario del Visitador.
Inicialmente los arroyanos iban en procesión hasta la ermita de su patrona y, posteriormente, en carros y en carretas; y la misa era al aire libre, en un altar que estaba situado en uno de los lados de la ermita.
Las carreras de caballos fueron una consecuencia de la Fiesta, ya que los hombres volvían de la romería con sus caballos enjaezados y sus mujeres a la grupa. La gente del pueblo salía a la calle principal, la Corredera, a ver y a disfrutar del colorido de jinetes tan vistosos y damas tan engalanadas, y así nacieron las ya famosas Carreras de caballos del Día de la Luz.