El investigador fontanés Jesús Lozano Rogado está participando en el proyecto Interreg Sudoe Senforfire
27 de Febrero | 12:08 - Redacción | Comentar
Jesús Lozano Rogado, natural de Fuente del Maestre, se encuentra, desde hace poco más de un año, participando en el proyecto Interreg Sudoe SenForFire, junto al equipo de investigación de la Universidad de Extremadura, y otros 14 socios de España, Portugal y Francia.
En concreto, el Instituto de Microelectrónica de Barcelona y el Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información, ambos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Extremadura y la empresa Ray Ingeniería Electrónica, han diseñado y fabricado la primera serie de módulos electrónicos de detección de incendios basados en sensores de bajo coste.
El proyecto consiste en crear unos sensores avanzados que demuestren alta sensibilidad y rapidez de respuesta ante el fuego, capaces de detectar gases como Monóxido de Carbono, Dióxido de Carbono, Hidrógeno, Dióxido de Nitrógeno y Ozono, así como compuestos orgánicos volátiles, con lo cual se trata de un avance significativo en la detección temprana de incendios forestales.
Este proyecto tiene tres ideas fundamentales, según ha explicado el propio investigador fontanés, “en primer lugar, prevenir el incendio con sensores que puedan calcular la temperatura, la humedad o la velocidad del viento. En segundo lugar, detectar los posibles grandes fuegos con inmediatez, esto se consigue con compuestos volátiles que hagan saltar la alarma antes que aparezcan las grandes llamas. Y en tercer lugar, medir la calidad del aire para que quienes estén alrededor del incendio sepan cuánto tiempo pueden estar respirando ese aire”.
A partir de aquí, ha seguido detallando Jesús Lozano, “se han desarrollado los primeros prototipos, entre 40 y 50 sensores, y ahora se han llevado a cabo las pruebas iniciales para conocer cuáles son los mejores, y seguir trabajando en ellos para que este próximo verano se puedan hacer pruebas reales”.
Las pruebas iniciales se han desarrollado en el laboratorio, en el túnel de viento a cielo abierto del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) del CSIC, y en condiciones reales durante una quema prescrita en Arenas de San Pedro (Ávila), en colaboración con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
Sobre estas pruebas iniciales, Jesús Lozano ha comentado que “los resultados han sido bastante buenos, por lo que estamos muy contentos. Ahora vamos a crear dispositivos de bajo coste, con el objetivo de poder poner muchos sensores y que nos permitan elegir las zonas que se quieren vigilar. Estos sensores detectan a 10-15 metros, aunque también depende de la trayectoria del viento”.
Una vez finalice este siguiente proceso dentro del proyecto, estos sensores se instalarán en las localizaciones inicialmente previstas: Jerez de los Caballeros (Badajoz), Arenas de San Pedro (Ávila), León, Portugal o en el Principado de Andorra, entre otras determinaciones.
Jesús Lozano ha apuntado, además, “que se trata de un tema de interés muy importante, como es la detección temprana de los incendios forestales, por lo que hay que abordarlo desde diferentes partes, y todo lo que se pueda aportar es bueno”.
El investigador fontanés es desde el año 2020 Catedrático de la Universidad de Extremadura en el departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y Automática del área de Ingeniería de Sistemas y Automática en la Escuela de Ingenierías Industriales, aunque anteriormente a esta fecha ya trabajaba como profesor en la Uex, y en varios proyectos de investigación.
Son conocidos, y han recibido varios premios, sus proyectos relacionados con la “nariz electrónica”, en la cual sigue trabajando, según ha informado, “ahora la estamos integrando en dispositivos nuevos y más pequeños, como en smartwatch, un trabajo que hemos presentado recientemente en Congresos Científicos como el de Tokyo (Japón) o el de Milán (Italia)”.
A todo esto hay que sumar que el grupo de trabajo PSI (Percepción y Sistemas Inteligentes) de la Universidad de Extremadura del que forma parte, compuesto por 12-13 personas, se encuentra también trabajando en “combinar nariz electrónica, con lengua electrónica y ojo electrónico, para tener un rango de respuesta lo más amplio posible, y obtener mejores resultados al final”, ha señalado el propio J. Lozano.
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