Olga García ha puesto de manifiesto el difícil punto de partida de estos meses de verano en los que las consecuencias de los desembalses que tuvieron lugar el pasado año aún están presentes, sumadas a la escasez de lluvias producidas en el actual año hidrológico.

Según los datos que reflejan los análisis de control y seguimiento de las aguas superficiales, la variación más importante desde el pasado 13 de junio se refleja en el volumen de agua, acusada concretamente en el Embalse Torrejón–Tajo, con una disminución del porcentaje de agua embalsada de un 5,37 por ciento. Sin embargo, en el Embalse Torrejón–Tiétar se observa un incremento del 4,35 por ciento, mientras que en el resto de puntos de control las variaciones son mínimas.

La consejera para la Transición Ecológica ha mostrado su voluntad de mantener un contacto continuado con los alcaldes, asociaciones y representantes de la sociedad en la zona, para prevenir situaciones que puedan perjudicar la imagen del parque y la calidad del entorno.