La secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas, ha puesto el acento en la importancia de las ‘Ayudas a Artistas Visuales’, recuperadas por la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, para acercar el arte contemporáneo a la sociedad, fomentándolo y divulgándolo, enriqueciendo de esta manera la cultura en Extremadura.

Así lo ha manifestado en la inauguración de la exposición ‘Pudimos ser nosotros’, de Isabel Campón, artista que ha recibido una de estas ayudas que concede la Consejería de Cultura del Gobierno regional. La muestra podrá verse hasta el 21 de enero de 2021 en ‘Sala Europa’, en Badajoz, una de las salas que configuran el Circuito de Exposiciones de la Consejería de Cultura en la región.

‘Pudimos ser nosotros’ propone “un ejercicio de empatía, un acto que se revela hoy como algo insólito, inusual en un mundo globalizado en el que todos estamos conectados pero, a la vez y, sin embargo, parecemos estar cada vez más lejos”, señaló García Cabezas, que destacó que Isabel Campón “un estilo amable y preciosista y con referencias al mundo árabe, la poesía, antigua y contemporánea, el sufismo y el arte japonés, que nos hace reflexionar sobre el drama de los emigrantes y de los refugiados, víctimas inocentes de conflictos políticos, de problemáticas que los gobiernos son incapaces de resolver y que ponen de manifiesto los fracasos y contradicciones de este mundo globalizado que no beneficia más que a unos pocos”, añadió.

La exposición consta de una serie de instalaciones escultóricas de formas abstractas, tendentes a la desmaterialización y a la levedad, realizadas con pasta de porcelana y alambre de alpaca. Tras contemplar las distintas piezas, trabajadas con esa misma sutileza, la muestra provoca sentimientos encontrados. Las suaves ondulaciones de la porcelana, el blanco como color predominante, la seriación hasta casi el infinito, permite al espectador hacerle sentir que está contemplando algo muy bello, casi etéreo.

Al mismo tiempo, y a través de los retazos de color, transmite un mensaje oscuro, otra realidad escondida más dura que inquieta y produce cierto malestar, una sensación que aumenta con las fotografías, impresas sobre papel y dibond, retratos de personas cubiertas de una inventada iconografía oriental, en las que el espectador solamente puede reconocer sus ojos.

En ellas, miradas profundas nos incomodan hasta el punto de apartar la mirada. Es entonces cuando el espectador reflexiona sobre la culpa y el mirar para otro lado y la ausencia de compromiso más allá de la empatía. “Apoyar el trabajo de artistas como Isabel Campón, auténticos motores de nuestra cultura, supone apostar por propuestas que estimulan el pensamiento crítico, incitan al diálogo y la reflexión y remueven conciencias. En definitiva, supone apostar por la cultura como herramienta de desarrollo fundamental”, precisó García Cabezas.

De reconocida y larga trayectoria, Isabel Campón es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Extremadura, con formación en la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco de Cáceres en cerámica, grabado y escultura. Su obra se ha expuesto en varios puntos de la región, así como fuera de ella en ciudades como Barcelona o Gerona, o la más reciente e internacional en La Habana (Cuba) en 2018.

También ha trabajado como escenógrafa y diseñadora de vestuario para compañías teatrales. En los últimos años ha sido seleccionada en diversos certámenes y ha recibido diferentes menciones y premios.