Plasencia refuerza su compromiso con el cuidado integral de las personas sin hogar
El Ayuntamiento de Plasencia, a través del Área de Servicios Sociales, continúa trabajando con sensibilidad y compromiso en la atención integral a las personas en situación de sinhogarismo, un fenómeno complejo que exige una respuesta coordinada, humana y estructurada. Así lo ha manifestado David Calvo, concejal de Servicios Sociales, en un reciente balance público sobre la labor que se viene desarrollando desde la institución.
“Desde el Área de Servicios Sociales queremos trasladar a la ciudadanía el trabajo que venimos desarrollando en atención a las personas en situación de sinhogarismo, un ámbito que requiere un compromiso, sensibilidad y, sobre todo, coordinación entre múltiples recursos”, ha afirmado Calvo. En este sentido, ha hecho un llamamiento al respeto y a la utilización de un lenguaje adecuado, recordando que “las personas sin hogar no son pedigüeños, son personas en situaciones vulnerables que merecen toda nuestra atención y nuestra dignidad”.
Actualmente, el Ayuntamiento realiza un seguimiento activo a 16 personas en situación de sinhogarismo en la ciudad. Dos de ellas han accedido recientemente a ayudas habitacionales temporales. “Esto evidencia que, cuando hay una demanda clara de ayuda, es posible avanzar. Sin embargo, debemos reconocer que, si no existe esa demanda explícita, es muy difícil llegar a ellos, por mucho que nosotros lo intentemos”, subrayó el concejal.
La atención que se presta se apoya en una red de recursos disponibles, en coordinación con entidades como Cáritas (a través de su centro de acogida y comedor social) y, más recientemente, con el equipo de coordinación de salud mental. “Nuestro trato se basa en el respeto de sus derechos y ofrecerles acompañamiento real”, insistió.
Uno de los principales obstáculos administrativos a la hora de activar mecanismos de ayuda es la falta de empadronamiento. “Para que podamos prestar ayuda de forma eficaz y oficial, es necesario que las personas estén empadronadas en la ciudad. Sin el empadronamiento, lamentablemente, no podemos intervenir de manera administrativa”, explicó Calvo. Esta limitación impide a muchas personas acceder a recursos básicos, a pesar de su presencia en la ciudad.
El fenómeno del sinhogarismo en Plasencia es cambiante y responde a factores estructurales y estacionales. La campaña de la cereza, por ejemplo, incrementa la llegada de personas sin hogar que buscan empleo temporal. “Esto añade presión al sistema de atención social”, apuntó el edil. Además, se está detectando un nuevo perfil: personas con ingresos insuficientes para acceder a una vivienda, pero que no cumplen los requisitos para recibir ayudas sociales básicas. “Muchas veces, estas personas tampoco están empadronadas y no quieren volver a su lugar de origen, donde sí podrían ser atendidas”, lamentó.
El trabajo del Ayuntamiento incluye visitas quincenales por parte de los técnicos de Servicios Sociales para hacer seguimiento personalizado. Además, se ha fortalecido la colaboración con el equipo tutelar de la Junta de Extremadura, para atender casos de personas con apoyos judiciales como la curatela. “Queremos hablar con los tutores y las entidades responsables para ver si, juntos, podemos facilitarles el acceso a una vivienda digna”, explicó Calvo.
Otro desafío importante es la salud mental y el consumo de sustancias. “Hemos empezado a trabajar con el equipo de coordinación de salud mental, porque por desgracia, también hay mucha gente que tiene enfermedades mentales en la calle y hay que hacerles el seguimiento”. La falta de plazas en comunidades terapéuticas dificulta la atención a personas con adicciones. “Un gran porcentaje de estas personas no tienen el apoyo familiar necesario y se ven muy desamparadas”, añadió.
El comedor social sigue siendo un recurso fundamental para garantizar la cobertura de necesidades básicas. “Muchas personas lo utilizan diariamente para llevarse un plato caliente, ducharse y dignificar su vida todo lo posible”, recordó el concejal. Sin embargo, no todas las personas usuarias carecen de hogar; muchas están en situación de exclusión residencial, un espectro más amplio del sinhogarismo.
El objetivo último de los Servicios Sociales no es solo la atención urgente, sino el acompañamiento continuado que permita a estas personas recuperar su proyecto de vida. “Nuestro compromiso es firme y constante. Apostamos por la colaboración entre administraciones, entidades sociales y la ciudadanía para construir una ciudad más justa y solidaria”, concluyó Calvo.