El Ayuntamiento de Mérida junto con Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en España han puesto en marcha el servicio de recogida ‘puerta a puerta’ para fomentar el reciclado de envases de vidrio entre los establecimientos hosteleros de la ciudad.

La iniciativa arrancó con una primera fase a través de encuestas y entrevistas a los establecimientos de hostelería para conocer de primera mano cuáles eran sus necesidades y poder adecuar los recursos existentes. Además, Ecovidrio ofreció información detallada a los locales sobre cómo reciclar correctamente y de las ventajas sociales y económicas que tiene el reciclaje de vidrio.

En una segunda fase, y para facilitar el reciclado de vidrio al sector hostelero, se ha comenzado con la entrega de cubos a los cerca de 90 establecimientos participantes en la iniciativa, para facilitarles el almacenamiento de los residuos de envases de vidrio.

La delegada de Limpieza, Ana Aragoneses, señala que “desde el equipo de gobierno somos conscientes de que Reciclar vidrio es un elemento clave en la lucha contra el cambio climático y que contribuye a al desarrollo sostenible porque apoya el  cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

El servicio de recogida ‘puerta a puerta’ en Mérida incluye una operativa de recogida específica lo lunes, miércoles y viernes (de 9-14 y de 15:30-17 h), en la zona centro del municipio. Se trata de zonas donde apenas existen contenedores por la dificultad de acceso de los camiones de recogida, y donde existe una alta concentración de establecimientos de hostelería.

Así mismo, para facilitar a los ciudadanos el reciclaje y la recogida selectiva de vidrio en zonas de difícil acceso del centro y donde no se pueden instalar los contenedores verdes convencionales, Ecovidrio y el Ayuntamiento instalarán 15 nuevos y novedosos puntos para el reciclaje de vidrio en el casco histórico de la ciudad denominados cubre-cubos.

Estos contenedores especiales que se situarán en zonas de difícil acceso para los camiones de recogida y donde no se pueden instalar contenedores verdes convencionales. La instalación de estos cubre-cubos garantiza así que todos los ciudadanos residentes en estas zonas, puedan tener acceso a depositar sus envases de vidrio en estos contenedores especiales que luego serán recogidos por el servicio de “Puerta a Puerta” que se realiza para los locales de hostelería.

Esta iniciativa está enmarcada dentro de EcoVares, el plan estratégico de Ecovidrio y suscrito por Hostelería de España, que tiene como objetivo que el 76% establecimientos hosteleros de nuestro país separe correctamente y recicle vidrio en 2025. La entidad sin ánimo de lucro prevé impactar al 61% de los establecimientos hosteleros, llevando a cabo 300.000 visitas físicas en los próximos 3 años, así como acciones de sensibilización y movilización y el incremento de medios adaptados para la hostelería con la instalación de 10.000 nuevos contenedores especiales.

El canal HORECA genera, aproximadamente, el 50% de los envases de vidrio de un solo uso por lo que su colaboración es clave para incrementar las cifras de recogida selectiva de envases de vidrio en la ciudad y la consecución de objetivos de reciclado. Por eso, avanzar en la implantación de hábitos sostenibles en el sector supone una mejora significativa en la lucha contra el cambio climático y para la salud del municipio.

Según los últimos datos disponibles de 2023, los ciudadanos de Mérida reciclaron un total de 485.674 kilogramos de envases de vidrio. Esto supone que cada habitante recicló una media de 8,2 kg de vidrio equivalente a unos 28 envases.

En cuanto a la tasa de contenerización, la ciudad dispone de un total de 272 contenedores instalados, por lo que hay un contenedor por cada 219 habitantes.

El vidrio que se deposita en los contenedores se recicla al 100% y se utiliza para la fabricación de nuevos envases, de forma indefinida y sin perder las propiedades originales.  Reciclando vidrio evitamos el crecimiento de los vertederos.

Además, se minimiza la emisión de CO2 en el proceso de fabricación y se ahorra energía.