APAG: ''Recortar el presupuesto de la PAC va a suponer pérdida en competitividad, calidad y rentabilidad en las producciones''
APAG Extremadura ASAJA considera que una Política Agraria Común (PAC) con menos presupuesto va a poner en peligro la calidad, competitividad y rentabilidad de las producciones extremeñas.
Según se llegó a conocer ayer, la PAC verá recortado su presupuesto del período 2021-2027 en un 5% con respecto al actual, de acuerdo con la propuesta de Marco Financiero Plurianual que ha presentado la Comisión Europea.
Por si esto fuera poco, el tijeretazo también se aplicaría a los fondos de cohesión (recorte del 7%), de los que dependen numerosas líneas que repercuten directamente en el desarrollo rural.
Para esta organización agraria recortar dinero para el sector agrario es restar viabilidad económica de las zonas rurales y de nuestras explotaciones agrarias, al tiempo que pone en riesgo el abastecimiento de 500 millones de consumidores y la calidad de los productos alimentarios, por no hablar de los precios, que ya de por sí están fuertemente castigados.
De igual manera, señala que menos presupuesto pondría en jaque a la incorporación de los jóvenes al medio agrario, lo que significa un futuro incierto para el campo extremeño, a la par que afectaría negativamente al empleo agrario y a población rural. Y es que no debemos olvidar que el principal motor económico de los pueblos extremeños es la agricultura y ganadería.
Asimismo, esta organización subraya que recortar en una política tan importante y social para Europa como es la Política Agraria Común supone cuanto menos una temeridad, ya que se produciría una renacionalización de esta ayuda, quitando sentido a la palabra 'Común' y generando una Europa con distintas velocidades.
Para APAG Extremadura ASAJA la PAC debe estar al servicio de todos los ciudadanos y agricultores europeos, por lo que la posibilidad de que se produjera una renacionalización de esta política es un completo despropósito.
Por todo ello, tilda de prioritario que finalmente los Estados miembros y, ya en concreto, el Ejecutivo español, apuesten por un presupuesto fuerte, moderno y estable, con un código normativo único, que no ponga en peligro el pan de nuestros agricultores y ganaderos y la calidad de nuestros productos, ya que, por ende, se pondría en la cuerda floja al futuro de nuestras explotaciones.