Un homenaje histórico y cargado de emoción reunió a seguidores de toda España para rendir tributo al poeta del rock, con una organización impecable y un profundo respeto por el legado del artista.
Ayer, Plasencia se convirtió en el epicentro de una de las despedidas más multitudinarias y emotivas que ha vivido la ciudad en su historia. Desde primeras horas de la mañana, miles de seguidores de Robe —el legendario fundador de Extremoduro— hicieron largas colas frente al Palacio de Congresos, rebautizado en su honor, para participar en el homenaje que se extendió a lo largo de toda la jornada, en un ambiente de respeto y admiración, en el que la música de Robe y Extremoduro, sonaba en cada rincón de las largas colas.
La emoción era palpable en cada gesto: flores amarillas “p’acordarse de su pelo” que recordaban la vitalidad de sus letras, libros de condolencias repletos de mensajes conmovedores, y la presencia de objetos íntimos como su guitarra, que aportaban un aire casi sagrado a la ceremonia. Muchos asistentes confesaban que la música de Robe había acompañado momentos claves de sus vidas y que despedirle era también rendir homenaje a su propia historia personal.
En medio de este mar de recuerdos y respeto, el intendente de la Policía Local de Plasencia, José Antonio Quijada, ha querido destacar esta mañana, el impecable trabajo colectivo que hizo posible que todo transcurriera con orden y sensibilidad. “Lo primero que me pide la organización es que agradezca y felicite a todos los actores implicados en el desarrollo, organización, coordinación y la ejecución del dispositivo... Cruz Roja, Protección Civil, la UME del 112, el Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, Prensa, todos los servicios municipales, etc.”, subrayando la profesionalidad y la cooperación de cada entidad involucrada, así como el “comportamiento impecable de cada una de las 45mil personas que llegaron a rendir homenaje al cantante”
Quijada también ha trasladado el reconocimiento de la Policía Local a la organización por el buen hacer demostrado ante la complejidad de un evento de tal magnitud. “Ha sido un placer poder trabajar participando junto a ellos en la organización del homenaje a Robe”, reconociendo además que las cifras de asistencia —cerca de 45.000 personas— fueron fruto de un consenso claro entre las instituciones y la propia organización, todo realizado con el mayor respeto a Robe, la familia y los fans del legendario cantante.
La decisión conjunta de permitir la entrada de todos, incluso cuando la noche caía y el frío apremiaba, fue recibida con aplausos y alivio por parte de quienes aguardaban pacientemente. Durante más de doce horas, el homenaje fue un río de voces que se entrelazaban con los acordes suaves de su música, recitados y recuerdos que resonaban entre quienes estaban allí para decirle “hasta siempre, siempre, siempre”. Algunos se desplazaron desde lugares lejanos, mientras que locales de Plasencia compartían su orgullo por un hijo predilecto que llevó el nombre de la ciudad por toda España y más allá.
Al caer la noche, el acto llegó a su fin, pero quedó claro que la huella de Robe—como músico, poeta, filósofo…— seguirá viva por mucho tiempo en los corazones de quienes le conocieron, le escucharon y, ayer, le despidieron con respeto, emoción y gratitud.