Hace unos días se celebraba el Día Internacional de las Personas Sordas. El Club Ajedrez Ajoblanco de Mérida, recientemente proclamado campeón de España absoluto por equipos, lleva desde hace dos años colaborando con estas personas a través de un proyecto que acerca el ajedrez a las personas sordas, con la colaboración de la Fundación Jóvenes y Deportes del Gobierno de Extremadura y la Federación Extremeña de Ajedrez.

El proyecto incluye asociaciones de sordos de Cáceres como ASCAPAS y de Badajoz como ASPESOBA. Desde esta asociación se valora muy positivamente el desarrollo del programa, que incluye además de clases semanales, torneos interasociaciones, torneos con otros jugadores federados de Extremadura sin discapacidad, simultáneas, charlas explicativas, etc.

Alejandro Martínez Navarro, es una de las personas sordas que participa en el programa y es miembro de la asociación ASPESOBA. Valora muy positivamente el desarrollo del proyecto y afirma “cuando empecé al principio tenía alguna dificultad con los movimientos, pero con el paso del tiempo he ido aprendiendo gracias al profesor, me gusta mucho jugar, juego con el ordenador y voy perfeccionando”.

Entre los objetivos básicos del proyecto, se encuentran por un lado mejorar sus capacidades cognitivas, como la memoria, la atención, planificación... mientras ocupan su ocio y tiempo libre y por otro lado servir como medio de relación con otras personas que no padecen discapacidad, logrando así una verdadera inclusión. En palabras de Alejandro, jugador sordo, “ahora juego contra personas oyentes externas a la asociación, pienso como se mueven las piezas y me ayudan si tengo alguna dificultad. Es una forma más para relacionarnos”.

El ajedrez es el único deporte donde no existen diferencias entre las personas sordas y normoyentes. Para Alejandro en la vida cotidiana “existen algunas diferencias con otras personas pero al poder jugar con personas normoyentes, donde no existen diferencias, se caen algunas de las barreras pero todavía creo que existen algunas, aunque pequeñas”.

Ajedrez sin Barreras también es beneficioso para las personas que no padecen discapacidad ya que les ayuda a acercarse a estas personas, compartir momentos con ellos, conocer la discapacidad y de ésta forma dar jaque mate a la exclusión social de las personas sordas o con cualquier otro tipo de discapacidad. Por este motivo Alejandro anima a que otras personas con discapacidad auditiva “aprendan a jugar al ajedrez, desde los movimientos básicos para poco a poco ir mejorando”.