La antigua maquinaria que hacía funcionar la Fuente Luminosa de Cáceres es la pieza del mes en el Museo Municipal que, en esta ocasión, estará expuesta durante julio y agosto junto a un panel explicativo de su historia y funcionamiento, además de la evolución de los elementos ornamentales del propio Paseo de Cánovas.

   El parque urbano, antes Paseo de las Afueras de San Antón fue inaugurado en el año 1895 como parte fundamental del ensanche que nació con la idea de unir el viejo y el nuevo núcleo urbano cacereño. Con el tiempo se ha convertido en la columna vertebral en torno a la cual se ha concebido gran parte del desarrollo urbano local en los últimos cien años y también, según ha destacado el concejal de Cultura, Jesús Bravo, "es el lugar elegido para la ubicación de elementos ornamentales que pretendían darle un aire de modernidad al nuevo espacio".

   Así, en 1918 se inauguró el busto del jurista local Muñoz Chaves y en 1926 la escultura del poeta Gabriel y Galán, a la que seguirían dos fuentes artísticas y el bombo central, para actividades musicales.

   La Fuente Luminosa, obra del ingeniero Carlos Buigas, fue inaugurada el 28 de junio de 1965, convirtiéndose en uno de los elementos decorativos "más señeros" del parque de Cánovas. Lo que se pretendió es que fuera el centro del parque gracias a la atracción que suponía su conjunción de luz y agua, según informa el consistorio cacereño en nota de prensa.

   Para que las luces pudiesen cambiar los colores de la fuente se la dotó de un mecanismo que sería el 'primer ordenador' que hubo en la ciudad. Este mecanismo permitía el cambio de colores en función de la memoria que, el aparato en cuestión, tenía a base de interruptores que automáticamente permitían el cambio de luces.

   En la actualidad este artilugio es un objeto de museo que se conserva en el Museo Municipal de Cáceres como una pieza de arqueología mecánica, que aproxima a "un mundo de ilusiones en color", que sería la principal aportación de la veterana fuente luminosa a los cacereños de hace casi 50 años.

   Para el concejal de Cultura, Jesús Bravo, "la exposición de esta maquinaria no dejará indiferente a ningún cacereño al tratarse de un elemento que ha acompañado a diversas generaciones de ciudadanos y al haber estado incardinada en un enclave de tránsito en la ciudad", concluye la nota.