La Junta de Extremadura trabaja en la realización de un cambio estructural y funcional de primera magnitud en los centros sociosanitarios de Mérida y Plasencia, donde se construirán, junto a los actuales, nuevos centros en ambas ciudades, con una dotación total de 32 millones de euros.
Así lo ha explicado al Consejo Regional de Salud Mental, celebrado este lunes, el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, donde ha presentado estas actuaciones.
El doble proyecto está adscrito al plan operativo europeo 2021-2027 y tendrá una inversión de 32 millones de euros, 12 para cada uno destinados a la construcción de Unidades de Larga Estancia y 8 millones para dos Unidades de Media Estancia.
El vicepresidente ha presentado hoy el proyecto de construcción de las Unidades de Larga Estancia, que ha sido redactado por dos estudios de arquitectura y cuyas obras serán licitadas por tramitación anticipada este año. Al mismo tiempo, se prepararán los proyectos de las Unidades de Media Estancia, cuya superficie será de 1.700 metros cuadrados y dispondrán de áreas residenciales, sociales, de atención sanitaria, área administrativa, servicios generales y zonas exteriores.
El proyecto del centro sociosanitario de Mérida tendrá 82 habitaciones, salas de terapia, 3 unidades de Trastorno Mental Grave (TMG), psicogeriatría y enfermería, entre los asistenciales, y otros de carácter general como cocina, vestuarios, zonas comunes, etcétera. Tendrá dos plantas, y la segunda será exclusiva para las 3 unidades TMG.
Este edificio se situará en la parcela actual del Sociosanitario emeritense, pero no junto a los pabellones, sino detrás del Banco Regional de Sangre “y actuaremos en la zona de entrada para demoler lo de Hospital Psiquiátrico”, ha señalado el vicepresidente.
Actualmente, el CSS de Mérida cuenta con 311 trabajadores y 179 usuarios, de los que 75 tienen TMG-Crónico y son pacientes de larga estancia. En media estancia se encuentran 13 personas y 64 están en la unidad de Psicogeriatría. Los 20 restantes están en rehabilitación hospitalaria.
El Centro Sociosanitario de Plasencia contará con 68 habitaciones y 6 especiales, para tratamiento, una unidad hospitalaria, otra residencial, enfermería, salas de terapia y servicios generales, además de cocina, vestuarios y demás servicios esenciales.
Dispondrá también de dos plantas. En la primera de ellas se ubicará la Unidad Residencial y los servicios generales y en la segunda irán las unidades hospitalarias y comunitarias, además de otros servicios generales. Habrá tres tipos de habitaciones, según las necesidades de los usuarios y su diagnóstico o terapia.
Actualmente, el centro placentino cuenta con 372 trabajadores y 229 usuarios, de los que 89 tienen TMG-crónico para larga estancia y 18 TMG de media estancia. Por otro lado, Psicogeriatría cuenta con 50 usuarios. En la unidad de rehabilitación hay 58 pacientes, 7 en la unidad de alcoholismo y 7 en las unidades de hospitalización para personas con discapacidad.
En la presentación al Consejo de Salud Mental, el titular de Sanidad y Servicios Sociales recordó que desde 2015 se ha seguido invirtiendo en ambos centros para paliar una infraestructura ineficiente por su antigüedad y su diseño, con una inversión de 1,17 millones de euros en el de Plasencia y de 1,28 millones en el de Mérida. Sin embargo, la verdadera transformación, tanto estructural como funcional, ha dicho Vergeles, llegará de Europa, para lo que ha trabajado mucho la consejería y para “olvidar una etapa negra en la salud mental”, ha apuntado.
PLAN INTEGRAL DE SALUD MENTAL
El vicepresidente ha descrito lo que conllevará todo este proyecto para la salud mental, que no es otro que apostar por los derechos humanos, ha incidido.
En ese sentido ha explicado al Consejo Regional que el III Plan de Salud Mental de Extremadura está prorrogado y por tanto vigente, ya que se han perdido los dos años de la pandemia. Por tanto, ha instado a seguir desarrollando el III Plan, unido al plan de Salud Mental del Gobierno de España, dotado con 100 millones de euros.
Vergeles ha explicado que “nunca se ha tratado de forma tan importante la salud mental como ahora” y en su proceso ha indicado que el primer plan abogó por eliminar la institucionalización, el segundo por acabar con el estigma, el tercero por construir la Red de Salud Mental y el cuarto apostará por los derechos humanos.
