El jefe del Ejecutivo regional ha puesto en valor la huella, tanto material como emocional, que Xavier de Salas dejó siendo “un hombre de bien, que hacía lo que creía que tenía que hacer y siempre con actitud de servicio”.

Además, ha explicado que De Salas entendió que había mucho que cuidar en Extremadura para que hubiera mucho que ofrecer, siendo esto lo que sentó las bases de la creación de la Fundación, con adquisiciones como el convento de la Coria, que ahora es patrimonio común y todos lo podemos disfrutar, siendo un acto de gran generosidad, ya que puso lo que tenía a disposición de los demás.

Fernández Vara ha afirmado que Extremadura es un “excelente campo de experimentos”, ya que hay pocos lugares en el mundo donde con un millón de habitantes haya tres ciudades Patrimonio de la Humanidad, tres reservas de la biosfera, el Parque de Monfragüe o ciudades como Plasencia u Olivenza, que ofrecen no solo patrimonio y belleza, sino también muchas historia interesante que analizar.

También ha expresado que eso que hemos cuidado durante tanto tiempo “es hoy un valor esencial” y se ha mostrado convencido de que el patrimonio sobrevivirá al gran cambio que en el mundo se va a producir como consecuencia de la COVID-19 y la movilidad. “Habrá profundas transformaciones en la movilidad, pero creo que el turismo patrimonial, el científico y el vinculado a la investigación histórica nos sitúa en un buen escenario de cara al futuro”, ha continuado.

Por otro lado, ha subrayado la importancia de las relaciones con América Latina y ha indicado que en Extremadura hace tiempo que se comprendió que las relaciones tienen que ser “de igual a igual”, destacando finalmente el trabajo de la Universidad de Extremadura, siendo esta una universidad “en Extremadura y para Extremadura”, que cada día ayuda a crecer y a construir el futuro de la región.