Enrique Moradiellos, portavoz del jurado, afirmó que es “una obra verdaderamente original sobre la capacidad que tienen los seres humanos de imaginar mundos que ni están en este mundo. Lo hacen en forma de fábulas, cuentos y relatos que se transmiten oralmente o por escrito y que en su estudio cubre todo el mundo y también cuentos de Extremadura”.

En opinión del jurado, la obra, en formato de ensayo cultural, compendia un número inusual de lecturas y reflexiones sobre la capacidad del ser humano para contar cuentos. A partir de esta premisa, se construye un relato que abarca desde la Antigüedad Clásica hasta el momento presente, pasando por los clásicos de la literatura española, extremeña y de otros países, en el que se suceden los autores que han convertido el modo de contar cuentos en una auténtica obra de arte y en un instrumento de relación inteligente entre el creador y su público oyente o lector.

El trabajo, sin renunciar a los presupuestos metodológicos que lo sustentan y al rigor de sus tesis, se caracteriza por la precisión de la sintaxis y su claridad expositiva, es ameno en la exposición y original en sus planteamientos. Técnicamente impecable en su estructura, ofrece el sinfín de complicidades y recursos que caracterizan al contador de historias. Sus reflexiones sobre las interconexiones entre el lenguaje, la literatura y el cine, con alusiones directas e interpretaciones muy inteligentes de ambas artes, contribuyen a la atracción que despertará en el futuro en la sociedad, tan aficionada a las tradiciones y a los relatos que mezclan la fantasía y la realidad.

El jurado ha estado compuesto por Francisco Martos, Diputado Delegado de Cultura y Deportes; Emilia Parejo , Directora del Área de Cultura, Juventud y Bienestar Social; Manuel Candalija, Jefe del Servicio de Actividades Culturales, Juveniles y Deportivas; Enrique Moradiellos, Candela Chaves, José María Lama, Miguel Ángel Melón, Isabel María Pérez González, todos ellos historiadores; y Dulce Simoes, antropóloga.