Asegura que dijo la verdad. Acusa a Gragera de dañar su buen nombre y reclama acceso al registro de llamadas a Policía Local y a las imágenes de una cámara en la calle San Juan, donde un individuo amenazó a ella y a su hijo, entre otras personas, con un cuchillo

Si no recibe contestación, iniciará acciones contra el regidor pacense

Concha Baños ha traslado hoy en rueda de prensa que el alcalde, “desde su posición de poder y utilizando unos medios y un foro del que, obviamente yo no dispongo, trató de mancillar mi dignidad, mi honor y mi credibilidad haciendo unas declaraciones en las que me acusa de mentir sobre un suceso que me ocurrió mientras volvía a casa con mi hijo”. En esa publicación contaba cómo, saliendo del aparcamiento de Santa María por la calle San Juan acompañada de su hijo, un individuo blandiendo un cuchillo de grandes dimensiones amenazaba a quienes pasaban a su lado. Puso a salvo a su hijo de 13 años y llamó a Policía Local que le remitió a Policía Nacional ya que “no disponían de efectivos para atender mi requerimiento”. Llamadas que el grupo socialista dio a conocer el viernes pasado con captura de pantalla. Tras la llamada a Policía Nacional, estos se personaron.

Concha Baños afirma renegar del “y tú más”, del que todo el mundo está ya tan cansado, y del juego sucio al que acostumbran algunos políticos, por eso no voy a entrar en el juego de las acusaciones cruzadas y no voy a recordarle todas y cada una de las veces que don Ignacio Gragera ha mentido a la ciudadanía, a compañeros, compañeras e incluso a su familia política. Nadie puede decir que yo haya mentido, soy transparente, quien me conoce lo sabe y ni escondo ni callo nada y por supuesto nadie, por muy alcalde que sea y por mucho ejército de troles que tenga detrás, me va a amedrentar ni a hacer callar.

En esta comparecencia, la concejala socialista ha querido dar las explicaciones oportunas, mostrar las pruebas de la veracidad de su testimonio y, sobre todo, para exigirle al alcalde una disculpa pública (puesto que públicas fueron sus declaraciones) ante sus injurias y descalificaciones hacia Concha y su trabajo en el Ayuntamiento. “Desde aquí exijo alcalde que acredite su versión de que no consta mi llamada, como yo sí demuestro ante toda la ciudad que realicé dos. Para ello ha de aportarnos el registro de llamadas de la Central de Comunicaciones de esa tarde, y si no lo hace, desde el grupo socialista entenderemos que nos está ocultando información, quizá quiera hacerla desaparecer o quizá porque no se estén grabando las llamadas, cuestión que sería gravísima. De no producirse estas disculpas públicas, valoraré, junto al grupo municipal, iniciar otras acciones. Así mismo, me pongo a disposición de Policía Local para facilitar la búsqueda de la grabación de esa llamada que ahora soy yo quien exige y que, si todo está en orden, debe estar registrada, así como de las grabaciones de la cámara que está instalada en la esquina de la calle San Juan con Concepción Arenal y que, si todo está en orden, debe haber recogido las imágenes”.

Asegura que “el alcalde tenía muy fácil comprobar la veracidad de mi testimonio, simplemente dirigiéndose a mí en algunos de los actos en que hemos coincidido y nos hemos saludado durante la semana pasada. Podría haberse preocupado por mi integridad o la de mi hijo y haberse mostrado dispuesto a intercambiar impresiones y a trabajar conjuntamente por mejorar la situación en la que se encuentra el Casco Antiguo y para la que tanto yo personalmente, como el resto de mi grupo, siempre hemos estado en disposición de colaborar”. Pero no, ha preferido tratar de ensuciar el buen nombre de la edil socialista, su honorabilidad y credibilidad, ha tratado de amedrentarle utilizando su posición de poder con una supuesta investigación y ha tratado de hacerle callar mostrando así su verdadero “yo”, que nada tiene que ver con la templanza, el respeto y la jovialidad que quiere hacer creer y sí con la malicia, la soberbia y la falta absoluta de empatía impropias de su cargo de servidor público.

A Concha Baños le preocupa especialmente el mensaje que se lanza a la ciudadanía cuando se castiga a una ciudadana que ha actuado de la manera que actuaría cualquiera que se encuentra en una situación de peligro. “¿Qué le está diciendo a la ciudadanía pacense, no llamen más?”, se pregunta.

“Cuando alguien hace de la mentira su forma de vida pierde la conexión con la realidad, por eso me van a permitir que, para terminar, parafrasee al propio señor alcalde, y le devuelva sus palabras esperando que se las aplique a él mismo cuando subraya la gravedad de verter falsas acusaciones, partiendo además de un responsable político, de un responsable público que tiene el deber de mantener la debida coherencia y además de no mentir. Yo le pediría responsabilidad a aquel que dice representar a los pacenses, que no falte a la verdad y sobre todo que trabaje por mejorar su ciudad y no por incendiar, mentir y faltar a la verdad”, ha concluido.