La muestra de pintura 'Serendipias', de Francisco Abel Vellarino, que es una serie de retratos donde se reflexiona sobre el paso del tiempo y sobre los diversos estados de ánimo del ser humano, podrá visitarse en Badajoz del 2 al 20 de septiembre.

La exposición se ubica en la sala de exposiciones del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura (Coade), en la Plaza de España número, 4, de Badajoz, el próximo sábado, 2 de septiembre, en su inauguración a las 22,00 horas, y el resto de días, hasta el 20 de septiembre, de 09,00 a 14,00 y de 19,00 a 21,00 horas.

'Serendipias' son retratos donde, "inevitablemente", por su composición y su estructura, la arquitectura está presente de forma "sutil", ya que está latente en el proceso de elaboración del cuadro, y en su apariencia, según ha informado el Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura.

Desde su inicio hace casi tres años, diversos retratos de esta serie han recibido premios y reconocimientos en concursos nacionales e internacionales de pintura. En la actualidad algunos se exhiben en salas y museos de diversos puntos de la geografía española como Jaén, Ciudad Real, Cáceres o Barcelona.

La muestra 'Serendipias' surgió en septiembre de 2014, con el retrato número 1 de Abel en el que se aprecian juguetes en torno a la figura principal, que mira de frente con gesto alegre. En el retrato se intentó escenificar el paso del tiempo, en el que Abel cambiaba muy deprisa y los juguetes que "vuelan" en torno a él son aquellos con los que ya no jugaba. Era un retrato que pretendía representar el proceso de su crecimiento y también transmitir un cierto dinamismo.

Una vez terminado el cuadro, el pintor retrato a más personas, pero de diferentes edades y sexos, también con objetos en torno a ellos los cuales eran elegidos por ellos mismo, para que fueran objetos de su cotidianeidad y cercanos, en definitiva, aquellos por los que sentían un especial aprecio, y en ese momento fue cuando nace definitivamente Serendipias, que significa "casualidad, hallazgo afortunado e inesperado".

A partir de ahí, Francisco Abel Vellarino Díaz comenzó a retratar a retratar a aquellas personas que hoy en día pueden verse en la exposición con sus objetos flotando junto a ellos. Algunos con apariencia "amable, otros más serios, emocionados, serenos, alegres". Se trata de retratos biográficos, desnudos metafóricos, ya que el pintor "pedía a los retratados que mostraran parte de su intimidad".