La Diputación de Cáceres, a través del Área de Infraestructuras Territoriales Inteligentes y Movilidad, saca a licitación la obra de construcción de un embarcadero-pantalán en El Anillo, el Centro Internacional de Innovación Deportiva en el Medio Natural, que está situado en el embalse de Gabriel y Galán, así como la construcción de pequeñas edificaciones anejas para ampliar el almacenaje de embarcaciones y para recibir al visitante.

Con un presupuesto de licitación de 420.000 euros, aportados por la Diputación de Cáceres, el objeto del proyecto, ha explicado el diputado del área Luis Fernando García Nicolás, es “dotar al complejo deportivo actual de unas nuevas instalaciones que amplíen el marco de las actividades náuticas, posibilitando a la vez el funcionamiento de un barco turístico que permita el recorrido río arriba, a través de las Tierras de Granadilla hasta la comarca de Las Hurdes”.

Para ello además del embarcadero-pantalán, se contemplan varias edificaciones para ampliar el almacenaje de embarcaciones y para recibir al visitante, “proporcionándole cobijo, orientación e información sobre los valores ambientales de la zona”.

El pantalán-embarcadero

Se ubicará en la pequeña cala que configura la península, en la que se encuentra el centro, y su istmo en la zona suroeste de ésta, donde se asegura el abrigo de las embarcaciones a los vientos dominantes.

Además de los vientos, otros problemas que se van a superar con estas obras son las grandes fluctuaciones del nivel de agua en el pantano (en torno a los 35 metros en altura y hasta los 200 metros en el plano horizontal), debido a su doble función de regadío y producción eléctrica, por lo que se tiene que hacer un largo recorrido en la época de nivel más bajo para situar el embarcadero de manera que exista suficiente calado para las embarcaciones.

Teniendo en cuenta esto, la solución técnica que se plantea es:

– Un primer tramo de pantalán con estructura de aluminio sobre flotadores de polietileno y con grandes ruedas de acero galvanizado que faciliten su movilidad. Además contará con un mecanismo que permitirá la libre circulación de un cable de acero para su fijación y desplazamiento a lo largo del mismo. Este tramo permanecerá, normalmente, fuera del agua, y es el módulo más cercano a la orilla con rampa de acceso.

– Un segundo tramo, que se mantendrá constantemente en el agua independientemente de cuál sea el nivel de ésta.

– Un tercer tramo que constituye la verdadera plataforma que hará de embarcadero para acceder a los barcos. A esta plataforma se le instalarán cuatro brazos de amarre para un mínimo de ocho embarcaciones.

Todo el conjunto estará dotado de una superficie pisable y defensas de material ecológico, compuesto por orgánico de cáscara de arroz y policloruro de vino. También se instalarán 20 cornamusas de amarre para el mayor número de embarcaciones posible.

Las nuevas edificaciones

Dada la rotundidad de la geometría del edificio del Anillo y de su implantación en el territorio de la península, convirtiéndolo en el protagonista del conjunto de instalaciones deportivas, se ha optado a la hora de materializar las necesidades por una solución dispersa para los edificios, es decir, en vez de condensar todos en una única instalación se ha preferido crear edificios distintos, de diferentes tamaños que reflejan las múltiples actividades a realizar.

“De esta forma –explica García Nicolás- se pretende no entrar en competencia con el edificio de El Anillo, construyendo unos volúmenes fraccionados cuya presencia se reduce y pasa desapercibida en comparación con lo existente. Sin embargo, no por ello la actuación resulta carente de interés al estar integrada en el medio natural”.

– El de mayor tamaño es un paralelepípedo cuyo uso es el de hangar, para guardar las embarcaciones y sus aparejos.

– El de tamaño medio es otro paralelepípedo cuyo uso es de aula de orientación e información así como recepción del visitante.

– A continuación se proyecta un pequeño cubo que aloja los aseos masculinos, los femeninos y dentro de ellos los accesibles.

– Por último, el de menor volumen de todos en planta pero el mayor en altura es otro cubo, el módulo del ascensor e hito de referencia del conjunto en el entorno.

Para dar sentido a la relación orgánica entre los edificios, así como para dotar de un espacio cubierto de cobijo y espera al visitante, se los proveerá de una cubierta común que aportará unidad al conjunto y vinculará la totalidad de la intervención.

Además se contempla la mejora de la accesibilidad en los recorridos entre los edificios proyectados y hacia los caminos perimetrales que llevan a todos los puntos incluidos en el recorrido turístico.

También se ha previsto una rampa y escalinata junto al hangar proyectado y al mirador desmontable existente, que facilita el desplazamiento de las embarcaciones y el tránsito peatonal.