Cáceres, 11 de mayo de 2021.- Cuando todo parecía perdido y que Cáceres se quedaría sin feria, por segundo año consecutivo, el ayuntamiento y la asociación de feriantes han logrado llegar a un acuerdo, trasladando la instalación de las atracciones y los puestos de bebidas y comidas al mes de septiembre, previsiblemente al final, coincidiendo con las fiestas de San Miguel.

De ese modo, dijo al alcalde, se recuperará este año la vieja tradición de celebrar una feria por San Miguel. Hay que recordar que hace décadas la ciudad contaba con dos ferias, la del mes de mayo por las fiestas de San Fernando y, en septiembre, por las fiestas de San Miguel.

Ayer mismo se daban por rota las negociaciones, al negarse el ayuntamiento a admitir la instalación de puestos de comida y bebida para impedir que pudieran confluir en el recinto ferial un alto número de personas sin mascarillas por estar consumiendo en la calle.

Finalmente, hoy, la Asociación de Feriantes ha propuesto al ayuntamiento trasladar las ferias al mes de septiembre, opción que ha sido acogida con agrado por el consistorio, ya que se espera que, después del verano, con un 70 por ciento de la población vacunada, la situación de la pandemia sea diferente.

Salaya ha señalado que la dificultad estribaba, en parte también, en que hubiera sido la primera feria grande de Extremadura, y ni el ayuntamiento podía relajar las medidas de seguridad, ni los feriantes querían que unas medidas muy restrictivas en la capital cacereña sirvieran como ejemplo para otros ayuntamientos a la hora de negociar sus respectivas ferias.

Finalmente, y después de una negociación muy complicada, “hemos llegado a un punto de encuentro, que creo que es un buen acuerdo, porque ese es aquel en el que las dos partes salen contentas”, y, sobre todo, porque ninguna de las dos partes ha tenido, en principio, que renunciar a nada, ni el ayuntamiento a preservar la salud de los ciudadanos ni los feriantes a renunciar a los puestos de comida y bebidas, ya que no les habría resultado rentable.

Esta propuesta, que fue la que se planteó para el año pasado, aunque no pudo ser por la situación de la pandemia, “nos permite ganar un poco de tiempo” y estudiar la evolución de la situación sanitaria.

Ahora, falta por concretar la fecha exacta para una feria, en la que se instalarán 73 atracciones; 70 puestos de comida y bebida que instalan los feriantes (hamburguesas, churros, etc…) y 38 tómbolas.

La fiesta local del 28 de mayo se mantiene porque, según dijo Salaya, hay que respetar los derechos de los trabajadores, muchos de los cuales ya se han planificado en torno a ese día.