Los hechos sucedieron la madrugada del pasado 6 de octubre cuando un joven fue interceptado en la vía pública por dos varones que, tras interpelarle, le amenazaron con golpearle si no les enseñaba su móvil, la víctima se sintió intimidado por lo cual accedió a mostrarles su teléfono  móvil, momento que aprovecharon los autores para arrebatárselo de las manos forcejeando con el perjudicado que trataba de impedir este hecho.

 La víctima siguió unos metros a los autores, intentando uno de ellos manipular una bicicleta que se encontraba atada con candado al mobiliario urbano, lo cual fue observado por un  policía que prestaba servicio de prevención de la delincuencia vestido de paisano, interesándose el mismo por lo que estaba ocurriendo  siendo informado por el perjudicado de lo que acababa de suceder, ante lo cual el presunto autor emprendió huida a la carrera por las calles cercanas.

 Tras ser perseguido a pie por el agente actuante por varias calles, haciendo caso omiso a las voces de “Alto Policía”, finalmente se introdujo en el mercado de Santa Ana, localizando el mencionado agente en unión de otros que le apoyaron, al detenido que trataba de hacerse el dormido entre unos cartones.

Como quiera que sudara profusamente, tenía la respiración agitada y no había sido perdido de vista por el agente que le perseguía en ningún momento se procedió a su inmediata detención.

 Igualmente las características físicas así como la ropa que vestía eran coincidentes totalmente con la descripción aportada por el perjudicado.

 El detenido, un varón de 20 años de edad, cuenta con antecedentes por diferentes tipos delictivos, fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial, que ordenó su ingreso en Prisión.